Imprenta Sur

Imprenta Sur: un siglo de historia impresa en Málaga

Hace unas semanas, el equipo de Buenaventura se desplazó a Málaga con el propósito de visitar una de las exposiciones más significativas del año para quienes trabajamos en el mundo del diseño, la edición y la tipografía: Imprenta Sur (1925–2025). Cien años, cien objetos. 

Instalada en el Centro Cultural María Victoria Atencia (MVA), actual sede de la imprenta, esta muestra conmemora el centenario de una de las imprentas más relevantes del siglo XX cuya historia es inseparable de la evolución de la literatura en España.

La visita, guiada por el actual maestro impresor José Andrade, fue una experiencia emocionante. La exposición se plantea como un recorrido sensorial y documental por la historia de un lugar fundacional. La Imprenta Sur nació en 1925 de la mano del poeta Emilio Prados, quien junto con Manuel Altolaguirre y José María Hinojosa, convirtió este espacio tipográfico en cuna y altavoz de la Generación del 27 a través de la revista Litoral, una de las publicaciones más importantes del pensamiento poético español del siglo XX, y que a día de hoy se sigue publicando. En sus páginas y suplementos publicaron por primera vez poetas de la talla de Vicente Aleixandre, María Teresa León, Rosa Chacel, Luis Cernuda, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, Ernestina de Champourcin, Concha Méndez o Federico García Lorca.

Comisariada por Rafael Inglada, la muestra reúne cien objetos que reconstruyen una trayectoria única en la historia de la poesía y la imprenta españolas del siglo XX: fotografías, portadas originales, dibujos de artistas, piezas tipográficas, publicaciones históricas, e incluso la rotulación de la puerta cuando la imprenta se llamó Dardo durante la Guerra Civil y la dictadura franquista. 

Cada sala destila historia, oficio, cultura material. Pero lo que realmente otorga vida a este relato es la presencia de José Andrade, nieto del primer maquinista de la imprenta y su último impresor activo, quien acompañó nuestra visita con generosidad y sabiduría

Nos habló de tipografía, de técnicas, de procesos, de herramientas. Nos explicó cómo se organizaban los chivaletes, cómo se componía un texto letra a letra, cómo se calibraba la presión de la prensa, qué papeles se elegían y por qué. Nos mostró dibujos originales, galeradas corregidas, detalles técnicos que nos hicieron entender la imprenta en toda su amplitud técnica, cultural e histórica. 

Como es natural, esta mirada de alguien con una vinculación con la imprenta tan estrecha e intensa, potencia el valor emocional de la visita. Para quienes trabajamos hoy en diseño gráfico, este tipo de contacto directo con los procesos tradicionales de impresión tiene un enorme valor formativo y simbólico. Nos recuerda que diseñar no es solo producir imágenes, sino pensar cómo se construyen los objetos visuales y cómo influyen en la sociedad. 
Andrade nos hace comprender el alcance de decisiones como la composición tipográfica, la jerarquía de los blancos, la elección de una tinta o la modulación de una línea, algo de incalculable valor para quienes no solo nos dedicamos al diseño, sino que el diseño forma parte de nuestra vida. 

El recorrido culmina en un espacio extraordinario: la imprenta todavía en funcionamiento. Dentro del mismo Centro Cultural María Victoria Atencia se ha conservado la imprenta original, que sigue produciendo ediciones con las técnicas tradicionales. Allí, entre máquinas restauradas y tipos móviles, el olor a tinta impresa y papel recién prensado nos trasladó a una dimensión muy distinta de la que habitamos frente a una pantalla. La lentitud del proceso, la precisión del gesto, la expresividad del error, la belleza del trabajo manual. Todo eso estaba presente. Todo eso sigue vivo.

Una lección imprescindible para diseñadores del siglo XXI

Esta visita, para nosotros, fue una lección de oficio. Una oportunidad para entender el lugar que ocupamos hoy en el ecosistema del diseño. Una llamada a la memoria, pero también al futuro: porque preservar este legado no es solo una cuestión de respeto, sino de responsabilidad.

Comprender cómo se imprimía un libro en 1930, cómo se componía un titular, cómo se decidía el interlineado o el uso de versalitas, no es un ejercicio arqueológico. Es una herramienta que enriquece nuestra práctica contemporánea. Nos permite tomar decisiones más conscientes, más informadas, más precisas. Y, sobre todo, nos conecta con una manera de hacer que no renuncia a la belleza ni a la pausa, algo que forma parte inherente de la identidad de Buenaventura.

La exposición Imprenta Sur (1925–2025). Cien años, cien objetos puede visitarse hasta el 23 de mayo en el Centro Cultural María Victoria Atencia (calle Ollerías, 34, Málaga). El horario es de lunes a viernes, de 10:00 a 20:00 h. Las visitas guiadas, que incluyen también el acceso a la imprenta en funcionamiento, se realizan los miércoles en grupos reducidos y requieren inscripción previa.
Para más información y reservas: centroculturalmva.es.

Ana Moliz
Directora de Arte. Buenaventura

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