Borja Vigil es un artista con una voz propia y una mirada que interpela. Autodidacta, inquieto, curioso y comprometido, su obra es un cruce entre la intuición artística, la conciencia social y la experiencia vital. Su práctica, híbrida y libérrima, parte de la observación del entorno para transformarlo en mensajes visuales que susciten preguntas y despierten conciencias.
Borja Vigil acudió a Buenaventura para que construyéramos una identidad visual que aglutinara sus diversas facetas y a su vez expresara cómo estas se interrelacionan y constituyen un todo indisociable. Para ello, partimos de una tríada esencial: persona, artista, activista. Una estructura conceptual que articula todo el sistema visual del proyecto y se materializa en un sistema tipográfico triple.
Para traducir visualmente esta pluralidad, hemos desarrollado un sistema gráfico que parte de una estructura simbólica: un monograma en el que se integran las iniciales B y V en un único trazo. Este sencillo gesto gráfico concentra la complejidad expresiva del artista, y que, como su obra, propone al espectador un reto visual.
El sistema se concreta en tres tipografías personalizadas, correlato de la tríada esencial de la que antes hablamos, pero haciendo especial hincapié en su activismo, una actitud vital que define tanto su trabajo como su personalidad. Para ello, investigamos en la cartelería de protesta a lo largo de la historia y, basándonos en los estilos gráficos de algunos movimientos sociales históricamente significativos, hemos desarrollado tres tipografías que dan voz a las tres dimensiones de Borja Vigil.
BV #1 es rotunda, expresiva y llena de contrastes, personifica la dimensión más artística de Borja, su lenguaje como creador. A su vez, BV #2, sobria, firme y con carácter, habla del ciudadano Borja Vigil, que pisa la calle, que participa, que escucha y actúa. Finalmente, BV #3, inspirada en las tipografías de madera del siglo XIX, de gran formato y presencia, rinde homenaje a los movimientos sociales que han marcado la historia.
Esta tríada tipográfica se complementa con Boogy Brut, una tipografía de texto elegante y funcional, que sostiene el sistema con su neutralidad y alta legibilidad.
El universo visual de Borja Vigil está diseñado para no competir con su obra, sino para realzarla y ofrecerle el aire necesario para que se muestre en toda su amplitud. El color se limita a una paleta esencial, dominada por blancos y negros, con notas puntuales de color en aplicaciones concretas. La identidad se despliega con discreción y contundencia, permitiendo que el discurso artístico conserve su protagonismo natural.
