
































Salto es un estudio de arquitectura, diseño de interiores e ingeniería con oficinas en Granada, Málaga y Murcia, que tras un proceso de crecimiento y evolución, requería un rediseño de su identidad y narrativa visual.
El objetivo era reflejar la evolución profesional del estudio en los últimos años y dotarlo de una imagen más global, alineada con su actual posicionamiento en el sector.
El concepto oscila entre dos dimensiones fundamentales: la racionalidad estratégica y la emocionalidad creativa, una dualidad presente en las distintas personalidades de los dos fundadores de Salto —Esperanza y Gustavo— y que alienta el desarrollo de un sistema visual basado en una dualidad tipográfica que funciona como un reflejo directo de esta coexistencia de enfoques.
Para traducir visualmente la dualidad que subyace en Salto, desarrollamos dos familias tipográficas: Salto Sans y Salto Serif. Salto Sans es una geométrica sin contrastes que transmite entereza, pragmatismo y un distinguido aire atemporal.
A su vez, Salto Serif, emocional y humanista, bascula entre el espíritu clásico y un cierto rupturismo prudente, lo que evita que incurra en una innecesaria extravagancia.
Tanto Salto Sans como Salto Serif cuentan con dos pesos cada una, light y regular, en caja alta y baja. Para propiciar una identidad propia, se han incluido detalles en el dibujo, un conjunto completo de numerales, flechas, signos, símbolos y alternativas estilísticas inspiradas en el universo creativo de Esperanza y Gustavo.
Un elemento clave en el sistema tipográfico es la «S» mayúscula, concebida como un signo identitario de la marca. Esta letra, más allá de su función lingüística, actúa como un emblema visual que vertebra el mensaje y otorga singularidad a la identidad del estudio.
Así mismo, queríamos acompañar esta dualidad tipográfica proporcionando a la nueva narrativa de una capa ilustrada que abraza los escenarios corporativos, elevándolos y haciéndolos propios y únicos.
Este estrato gráfico emplea un lenguaje cercano al arte e incide en la polivalencia y contemporaneidad del estudio al reinterpretar un elemento cotidiano del trabajo de campo como las bandas reflectantes de los chalecos de seguridad variando sustancialmente la perspectiva desde la que se observan habitualmente. Desbordan por completo la mera función decorativa al aportar profundidad conceptual, incrementando el potencial de la identidad visual como reflejo de la singular forma de hacer de Salto.
El resultado es un sistema gráfico polivalente y contemporáneo que no solo comunica una metodología y un enfoque de trabajo, sino que también traduce visualmente su forma de entender la arquitectura.